¿Cómo almacenar correctamente sustancias corrosivas?

Sustancias corrosivas: todo lo que necesitas saber

Las sustancias corrosivas son todas aquellas sustancias que pueden destruir o dañar de manera irreversible todo aquello con lo que entren en contacto. En el caso de las personas, ocasionan lesiones en diferentes partes del cuerpo, como ojos y piel. Si se llegan a inhalar puede dañar las vías respiratorias, por mencionar alguno de los daños que puede ocasionar, de allí que sea necesario su correcto almacenamiento.

En el área empresarial es muy común que se utilicen productos químicos para lograr desarrollar las actividades propias, bien porque contribuyen de manera directa en los procesos productivos e industriales, o de forma indirecta en otras actividades como el aseo y/o mantenimiento de equipos y lugar de trabajo.

De esta forma, resulta vital para evitar accidentes laborales e industriales en las empresas que estas sustancias corrosivas sean almacenadas y manipuladas de manera adecuada. Es por ello, que en el presente artículo podrás ver puntos críticos a tomar en cuenta en el correcto almacenamiento, contenedores a usar, señalizaciones, protocolos y leyes que regulan en este ámbito.

Puntos críticos para el almacenamiento de sustancias corrosivas

Existen diferentes aspectos a considerar para un correcto almacenamiento de productos químicos, entre ellos:

Precisar qué peligroso es el almacenamiento de la sustancia corrosiva

En este punto es crucial entender que la peligrosidad del almacenamiento va en función de cuán peligroso sean el o los productos químicos almacenados y su cantidad, para ello es importante llenar las Fichas de Datos de Seguridad (FDS) proporcionadas por el proveedor de dicho producto químico.

Según los peligros indicados en las FDS de los productos almacenados, deberás conocer la cantidad de sustancia que almacenas y analizar qué normativas son de aplicación, por ejemplo el Reglamento de Almacenamiento de Productos Químicos de fecha 2017 (RD 656/2017) y tomar las medidas de seguridad exigidas, para que así tu empresa cumpla con los requisitos reglamentarios. Además de los productos químicos nuevos, no hay que olvidar que los residuos también pueden ser peligrosos, de manera que las medidas de seguridad a adoptar deben ser similares, por mucho que no estén incluidos en el APQ.

las condiciones de las instalaciones del almacenamiento han de ser adecuadas

Tu empresa necesita cumplir con las condiciones de seguridad de las instalaciones de almacenamiento, carga, descarga y trasiego de productos químicos peligrosos. Esto dependerá básicamente del tipo de almacenamiento que estés tratando, el cual se determina según la peligrosidad del almacenamiento, que depende a su vez de la clase de producto y cantidad almacenada.
También es importante indicar que existen otros factores como el tipo de recipiente utilizado (móvil o fijo), la ubicación de los mismos (exteriores, interiores) o el tipo de dependencia en el que se va a almacenar (almacenes industriales, armarios de seguridad, salas de almacenamientos, entre otros).

Almacenar los productos químicos por su compatibilidad

Cuando almacenes productos químicos, debes tener cuidado en su compatibilidad. Esto es debido a que si los alojas en un mismo recipiente subdividido o en una misma dependencia, sin tomar en cuenta las medidas de seguridad adecuadas, puede suponer un alto riesgo de accidente por las reacciones que se puedan generar. Esto puede terminar originando incendios, explosiones, emisión de gases tóxicos, entre otros.

Es así como, almacenar sólo productos químicos de la misma clase de peligro y que no sean incompatibles entre esos productos es la clave.

Establecer las medidas de trabajo para el almacenamiento de sustancias tóxicas

Para todas las actividades relacionadas con el almacenamiento de sustancias tóxicas, bien sea carga y descarga, trasiego, y/o almacenamiento, se necesita tener un personal capacitado y que realice dichas operaciones de manera adecuada para evitar accidentes laborales.

De allí la gran importancia que reviste el que la empresa cuente con letreros visibles, y su personal tenga acceso a la información correspondiente a los riesgos que acarrea la manipulación de productos químicos, y qué procedimientos seguir en el caso de presentarse alguna emergencia, todo esto contemplado en el Real decreto 485/1997.

Además de lo mencionado anteriormente, los procedimientos de trabajo en el caso de manipulación de este tipo de sustancias debe estar por escrito y ser accesible a todo los trabajadores. Así como, es indispensable que el personal cuente con los equipos de protección individual adecuados para evitar riesgos laborales según se indica en las fichas de seguridad y evaluaciones de riesgos.

La formación es clave para reducir los riesgos, tanto en la manipulación como en caso de vertido. En Haléco realizamos formaciones de riesgo químico y actuación en caso de vertidos, ¡consúltanos!

Riesgos asociados al almacenamiento inadecuado de sustancias corrosivas

El almacenamiento inadecuado de sustancias corrosivas puede generar una serie de riesgos tanto para la salud de las personas como para el entorno. Entre los principales peligros se encuentran:

  • Riesgos para la salud: exposición directa que puede causar quemaduras en la piel, daños oculares, irritación de las vías respiratorias e intoxicaciones.
  • Riesgos ambientales: derrames que pueden contaminar suelos, aguas subterráneas y afectar gravemente al ecosistema.
  • Riesgos de incendio o explosión: reacciones químicas peligrosas al mezclar sustancias incompatibles, generando gases inflamables o explosivos.
  • Riesgos estructurales: corrosión de contenedores, instalaciones o equipos que pueden provocar fugas o colapsos de estructuras de almacenamiento.

Consejos prácticos para el manejo seguro de sustancias corrosivas

El manejo seguro de sustancias corrosivas requiere la aplicación de buenas prácticas para minimizar riesgos. Aquí algunos consejos clave:

  • Usar equipos de protección personal (EPP): guantes, gafas de seguridad, delantales resistentes a productos químicos y mascarillas según el tipo de sustancia.
  • Etiquetar correctamente los recipientes: asegurarse de que cada envase tenga su etiqueta visible con la información del producto y sus peligros.
  • Evitar el contacto directo: manipular las sustancias con herramientas adecuadas y nunca con las manos desnudas.
  • Almacenamiento adecuado: mantener las sustancias en lugares ventilados, frescos y alejados de fuentes de calor o llamas abiertas.
  • Formación continua: capacitar al personal en la manipulación segura de productos químicos y en la respuesta ante emergencias.

Errores comunes al almacenar sustancias corrosivas y cómo evitarlos

Evitar errores en el almacenamiento de sustancias corrosivas es crucial para garantizar la seguridad. Algunos de los más frecuentes son:

  • Mezclar sustancias incompatibles: almacenar productos sin considerar su compatibilidad puede provocar reacciones peligrosas. Solución: agrupar los productos por categorías de riesgo químico.
  • Uso de envases inadecuados: utilizar contenedores no resistentes a la corrosión o dañados puede causar fugas. Solución: emplear envases certificados y en buen estado.
  • Falta de ventilación: mantener sustancias en espacios cerrados sin ventilación aumenta el riesgo de acumulación de gases tóxicos. Solución: garantizar sistemas de ventilación adecuados.
  • Etiquetado deficiente: la ausencia de etiquetas claras dificulta la identificación del riesgo. Solución: asegurar que todos los recipientes estén correctamente identificados.

¿Qué envases y/o contenedores se deben tomar en cuenta?

Existen diferentes envases a emplearse, dependerá de factores como:

– Si el material del recipiente es resistente a la sustancia a envasar

– Que no formen combinaciones peligrosas

– Que los envases estén certificados

– Que sean de buena calidad, construidos y cerrados de tal manera que cuando se transporten no sufran pérdidas o escapes debido a cambios de temperaturas, humedad o presión.

Los envases metálicos se utilizan de forma menos habitual con productos corrosivos, pero existen variantes resistentes como por ejemplo en acero inoxidable.

También existen en el mercado los envases plásticos. Los más comunes son los de polietileno, cloruro de polivinilo y polipropileno. Su durabilidad se estima no más de cinco años, ya que con el paso del tiempo y exposición al sol se deterioran. Nuestro contenedor de 1000 litros, Varibox, permite cambiar el recipiente interior para alargar su vida hasta los 10 años, bajo normativa.

Por último, puedes encontrar los envases de vidrio. Estos envases son resistentes a la mayoría de las sustancias. La única desventaja es que resultan frágiles, de allí que su manipulación y transporte se haga con extremo cuidado.

Señalización y/o simbología de sustancias tóxicas

A partir del año 2010 se agregaron nuevos símbolos de peligro a las etiquetas de los productos, esto en función de que los pictogramas usados anteriormente se establecieron en el marco de la Unión Europea (UE), usándose en otros países no pertenecientes otra simbología de peligro.
Con el fin de subsanar dicha situación y lograr homogeneidad en los pictogramas, se establecieron unos nuevos en base al rediseño de los antiguos. Los mismos se pueden encontrar en el Reglamento 1272/2008/CE.

Básicamente, la simbología representa el tipo de peligro asociado a la sustancia corrosiva que se trata, bien sean explosivos, comburentes, inflamables y pirofóricos, gases a presión, corrosivos, tóxicos, entre otros.

Plan de emergencia para incidentes con sustancias corrosivas

Un plan de emergencia efectivo es esencial para actuar de forma rápida y segura ante incidentes con sustancias corrosivas. Debe incluir:

  • Evaluación de riesgos: identificar los peligros potenciales en la instalación y sus posibles consecuencias.
  • Protocolos de actuación: establecer procedimientos claros para la evacuación, contención de derrames y primeros auxilios.
  • Equipos de emergencia: disponer de duchas de seguridad, lavaojos, extintores y kits de contención de derrames en lugares accesibles.
  • Formación del personal: realizar simulacros periódicos para entrenar al personal en la respuesta ante emergencias químicas.
  • Comunicación efectiva: contar con un sistema de alerta y contactos de emergencia para una rápida intervención de los servicios especializados.

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